Editorial. Osorno suspende la huelga de hambre

En la foto los compañeros de Osorno: Mario González, Victor Valdera y Arsenio Martínez.

Los compañeros huelguistas de la ciudad de Osorno, con fecha 27 de junio y tras 73 días de huelga de hambre líquida, han decidido, a petición de la Unex-PP organización a la cual pertenecen, suspender momentáneamente la huelga y pasar a otras formas de protesta y movilización.

El comunicado en el cual se hace este anuncio en una de sus partes señala: “Informamos a la opinión pública que la Unión de Ex Prisioneros Políticos de Chile ha verificado que la condición física y sicológica de los compañeros huelguistas de Osorno, que ya han alcanzado 73 días de huelga, es delicada. En consecuencia, se les ha solicitado encarecidamente que consideren suspender al menos temporalmente esta huelga, ya que no sería responsable llegar a la muerte en esta justa lucha”.

Seguramente esto será visto y analizado por nuestra contra parte como un signo de debilitamiento del movimiento, estarán felices, los viejos se caen uno a uno y creen que ganarán la apuesta al desgaste; pero no lo sentimos así, pues nuestro movimiento se fortalece con la solidaridad del pueblo y sus organizaciones sociales, con miles y miles de hombres y mujeres que desde todas partes del mundo nos hacen llegar su apoyo y muy pronto otros compañeras y compañeras ocuparán el lugar dejado por estos nobles luchadores.

El compañero Tardón, ex huelguista de Concepción, señalaba hace algunos días atrás que “para saber lo es que una huelga de hambre hay que estar en ella”; y es que desde afuera es muy fácil criticar, exigirle a los otros lo que uno no es capaz de hacer o criticar “la inconsecuencia” de aquellos compañeros y compañeras que sobrepasando los 65 años de edad les ha fallado su fuerza física, pero no su voluntad y que han mostrado, humildemente, un ejemplo de lucha a las nuevas generaciones.

El camino de las huelgas es un camino difícil; el cuerpo humano ante estas circunstancias activa sus mecanismos de defensa tanto físicos como sicológicos frente a la señal que ese camino conduce a la muerte o en el mejor de los casos a la falta de sus elementos básicos para su sana sobrevivencia. Un ardor intenso de apodera del estómago, sobrevienen los calambres, se hace difícil conciliar el sueño, mientras internamente el cerebro presiona por ingerir alimentos… y allí entonces uno es capaz de comprender cuando un niño pobre llora de hambre, cuando un padre o una madre se levanta a trabajar con el estómago vacío por dejarle a sus hijos el poco pan añejo que queda en casa o el escaso caldo de tetera con una cucharada de azúcar…y hasta eso se añora.

El camino de las huelgas de hambre y la movilización no es un camino fácil; lo sabemos, mil veces lo hemos dicho, pero es el único camino que nos ha permitido avanzar, es lo que obligó al Estado de Chile a poner atención a nuestras demandas, a conformar lo que llaman una “Mesa de Alto Nivel”, en un intento de manipular el movimiento, para lo cual se prestaron, consciente o inconscientemente algunos de nuestros compañeros y compañeras ex huelguistas.

La continuidad de nuestro movimiento es la única razón por la que sobrevive esa espuria negociación que da la espalda al sentir de la mayoría de los ex prisioneros políticos, sin ningún carácter vinculante de sus acuerdos; sin la huelga la Mesa sería aún una peor promesa.

Los últimos acuerdos obtenidos en esa Mesa están demostrando que tenemos una buena parte de la razón; el acuerdo de Ley Corta alcanzado, en el fondo puede significar toda la indemnización que el Estado de Chile está dispuesto a entregar; lo demás son declaraciones de buena fe y voluntad que toda la ciudadanía sabe que no tienen.

Saludamos y agradecemos a nuestros compañeros de Osorno, saludamos a los compañeros de la Unex-PP, quienes en un acto de responsabilidad política y sabiendo los costos que una resolución de este tipo podría acarrear, se comprometieron con la vida de nuestros compañeros, por encima de mezquinos intereses políticos.

El Comité Nacional de Huelga de Hambre y todas las organizaciones y personas que lo componen no solo apoyamos la decisión, la compartimos y mantenemos y reafirmamos la profunda convicción que la lucha, en sus diversas formas, debe continuar.

Hacemos también propicia la ocasión para hacer un llamado, en las postrimerías de los plazos fijados por el gobierno para el funcionamiento de la Mesa y los magros resultados que ésta está mostrando, a todos nuestros compañeros y compañeras que depusieron la huelga a retomar el camino de la movilización, de abandonar cuanto antes la negociación subordinada al Gobierno, para exigir, todos unidos, el cumplimiento de nuestras reivindicaciones, sin mayores dilaciones ni trampas.

Comité Editorial.

29 de junio de 2015.